Dame
Señor la fortaleza para cuando me sienta débil, y la
valentía para enfrentarme conmigo mismo cuando sienta miedo,
dame la oportunidad de ser digno y inflexible en la derrota y
humilde y magnánimo en la victoria.
Dame
Señor la fortaleza para que nunca doble la espalda cuando
debo erguir el pecho y la sabiduría para reconocerte a
ti y conocerme a mi mismo que es la piedra fundamental de todo
conocimiento déjame aprender a sostenerme firme en la
tempestad y a sentir compasión por los que fallan dame
un corazón cuyas los ideales sean necesarios para
que me domine a mi mismo antes que pretenda dominar a
los demás.
Dame
fe para avanzar hacia el futuro y memoria para nunca
olvidar el pasado, dame sensibilidad para que pueda
distinguir siempre las sencillas de la verdaderas grandezas,
la imparcialidad de la verdadera sabiduría, la mansedumbre de
la verdadera fuerza e o agradecimiento por la dicha de estar
vivo.
|